10 de febrero de 2010

Resumen: La ciudad ideal y construcción de sentido.

Para comprender el término de ciudad se debe hablar de ella en relación con todo su contenido como lo es el arte, las maneras de verla, su estética, etc. También se debe reflexionar acerca de ello para llegar a algo mejor. Esta relación no tiene un orden, al contrario es incoherente y misteriosa. El habitante debe apropiarse de su ciudad y para esto necesita relacionarse e intervenirla, encontrar su estética y reflexionar acerca de ella desde diferentes puntos de vista. Hay que explorar la ciudad en toda su extensión y en todos sus sentidos, y comprender que tiene lugares diferentes de otros para encontrar su conexión y coherencia.
Dicho esto, la ciudad se convierte en una especie de molde, algo que soñamos y trabajamos para modificarla como queremos pero para ello debemos conocerla muy bien e interesarnos por ella, aunque hay que tener mucho cuidado pues en nuestro intento por mejorarla estéticamente podemos copar el límite de cosas que puede llegar a tener la ciudad y esto no debe ocurrir.
Para definir una ciudad como real debemos tener en cuenta que también tiene que existir la ciudadanía, pero no basta con que ellos la habiten si no que deben tener una sensibilidad e interés particular propio hacia esta. También es muy importante que los ciudadanos conozcan la forma correcta en la cual es debido interactuar con la ciudad puesto que no es sólo modificarla sin pensar, sino que se debe tener una conciencia y una necesidad de transformarla y tener una sensibilidad de lo que es suyo, y es posible que con esto se trasmita la conciencia ciudadana a los dems.
El deseo de modificar su territorio por parte del ciudadano se hace notorio cuando la persona la interviene por necesidad pero con un sentimiento profundo de aprecio. Cuando el ciudadano se apodera de su tierra deja su huella en todas las acciones que realiza dentro de ella, pues la ciudad y sus habitantes se convierten en uno cuando esta es intervenida correctamente por ellos. El sentido de aquel apoderamiento por parte del ciudadano es crear la historia, no olvidar el pasado que tiene, y saber que al cambiarla también cambiamos nosotros mismos.
Como existe esta relación los ciudadanos piensan que saben mucho de la ciudad, de todo lo que hay en ella y también de si mismos pero esto no es así, la ciudad los consume por su tamaño, y es por esto que hay dos ciudades: la que creemos conocer y de la que nos hablan, y para hablar de una ciudad real debe haber una conexión entre esta y sus ciudadanos.

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